Para cuando estéis leyendo esto, yo debería estar recogiendo materiales nuevos para cosas que se me han ocurrido para eso que yo llamo mi trabajo. Seguidamente, me voy a dar la ronda por otras tiendas para comparar precios. Me gusta más bien poco esta tarear. La de comparar, no la de ir de ronda. Si ejjjqueee... a ver si alguien generoso me abre una cuenta en Suiza.
¿Qué tal vuestro fin de semana? Espero que bien. Yo tenía pensado irme a mover el pandero salseramente el viernes, pero infortunios varios me hicieron desistir. Y es que cuando una se compromete con fechas, se compromete.
El sábado lo pasé en mi primer taller tejeril. Veréis, me he apuntado a un grupo de estos craft que se han puesto tan de moda últimamente. Organizaron este taller, Bitter Macaron me avisó y allá que fui. Pero si os digo la verdad, me daba cosica, porque soy muy torpe y una cosa es equivocarte en la privacidad de tu casa y otra es estar delante de auténticas profesionales de las lanas.
¡Me lo pasé muy bien! ¡Y aprendí mucho! Las chicas fueron estupendas, muy simpáticas y, la verdad, me sentí muy cómoda y menos torpe de lo que pensaba :)
De este taller, además, he sabido que algunas asistentes tienen sus blogs y sus tiendas, escuché historias similares a la mía en cuanto a cómo llegaron al punto actual de su vida, lo que les gusta... Pero lo que más me gustó: un no parar de ideas para organizar cursos y talleres a cada cual más interesante.
Llegué allí a las once de la mañana y me fui casi a las seis de la tarde con un mitón de un modelo terminado y otro, de un modelo diferente, bien a medias y bien explicado. Tan bien explicado que lo pude acabar sin problemas en casa.
Hoy puedo decir que tengo dos pares de mitones chulísimos. ¡Y se me han ocurrido más!
Ni qué decir tiene que a horas que me avergüenza decir, estaba que me caía de sueño. Pero aguanté como una jabata hasta pasada la media noche.
El domingo lo comencé echando un vistazo al Instagram. Un montón de fotos de desayunos domingueros y rastros en diferentes puntos de Españistán. Haciendo un cálculo de las horas que hacía que se habían publicado esas foto... la gente madruga mucho los domingos, ¿eh?
Yo no tengo problemas en reconocer que soy mega-vaga los domingos invernales. No madrugué*. Para nada. Pero sí desayuné. A las doce. Yeah!
Mini-sesión tejeril, comer y siestaza. Yeah, yeah, oh yeah!
El día acabó estupendamente al ver a Rita Ora, una Rihanna wannabe, con semejante pinta.
En fin, Lady
Te digo una cosa gonica: cuando vuelvas a ser nadie y veas estas fotos, lo lamentarás.
Resumiendo: esta ex-novia de mi BruBru (aka Bruno Mars) está claro que tiene los días contados, musical** y estilísticamente hablando. Lady
Por cierto, estoy obsesionada con esta canción de los fabulosos Scissor Sisters.
¡We're gonna serve, and work and turn hon-hon-honey!
* Estoy adaptando mi horario a la agenda de premios que se van a entregar en los próximos meses. Así me sacrifico yo por vosotros, mis viborillas.
** Sinceramente, no me he parado mucho a escuchar ninguna de sus canciones por entero. Mi aguante auditivo-visual tiene un límite.