- Un concierto de Madonna sin Like a virgin y Material girl sí puede ser un concierto de Madonna.
- Hard Candy puede que no sea uno de mis discos favoritos, who knows, pero puedo decir que escucharlo en directo ha cambiado mi opinión sobre el mismo.
- You must love me ahora me parece que es una gran canción que merece estar en la gira, sobre todo si Madonna pide silencio a más de 55.000 personas y sólo se la oye a ella y a un coro de guitarras y un acordeón.
Eran las 21 horas de ayer, 16 de septiembre en Sevilla, cuando Loba y yo éramos llevadas hasta el estadio olímpico de La Cartuja por mi primo R desde el emblemático barrio de Los Remedios, donde viven mis tíos. Nos habíamos pateado la ciudad durante el día y habíamos vuelto a casa de Tío Barbas y Tía Menuda para descansar un rato.
La noche anterior la había pasado casi en vela por las pesadillas: en una mi entrada era falsa y no me dejaban entrar, en otra me había dejado la entrada en Palma, en otra había perdido la entrada... Y los nervios se fueron poniendo más histéricos a medida que se acercaba el concierto.
Sí, con el tiempo justo, pero qué más daba si teníamos asientos reservados: nadie nos los iba a quitar.
Tengo que decir que estábamos un poco lejos para nuestro gusto, pero para cuando compramos las entradas yo ya había dado por perdida la oportunidad de ir al concierto porque nadie se animaba. Así que no me voy a quejar porque eso me OBLIGA a tener que ir a verla otra vez... a donde sea... y desde luego será un dinero bien gastado.
Y sí, repito, tal vez estuviéramos un poco lejos, pero me encantó ver toda la parafernalia y poder seguirla en las pantallazas sin problemas. Porque una cosa queda bien clara: las cámaras tenían perfectamente estudiada su trayectoria y tenías que ser ciega para perderte cualquier detalle.
Doña Madge empezó con 20 minutos de retraso en la que todos nos entretuvimos haciendo la ola, cantando el "oe-oe-oé", silbando, aullando, gritando su nombre... Tiene que ser una gozada estar detrás de ese escenario y escuchar cómo al gente grita tu nombre.
Flanqueado por dos tremendas y descomunales "M" brillantes y rodeado por luces moradas, se puso en marcha el vídeo introductorio en el que una bola de caramelo rosa y blanco recorre unos conductos hasta que una caja se abre y... ¡GRITERÍO EN ESTADO PURO! Aparece el trono con respaldo en "M" y Her Madgesty sentada con su bastón mirándonos tan descaradamente como sólo ella sabe hacer.

Detrás de ella, en la pantalla central, una lluvia de caramelos empieza a caer cuando ya está cantando Beat goes on. Y yo estaba llorando sin darme cuenta, como cuando vi a U2 por primera vez.
A partir de aquí, Madonna está preparada para no dar tregua durante 2 horas que se hicieron mínimas. Cantó mientras bailaba, saltaba a la comba, tocaba la guitarra... y sin perder el aliento porque ella es una artista como pocas. Sí, voy a repetir esa palabra despacido para quien tiene la desfachatez de autodenominarse eso: AR-TIS-TA. Cuando haya visto el trabajo de Her Madgesty en directo, ya me contará
algun@ de
es@s palurd@s si de verdad lo suyo es arte. No tienen ni puñetera idea.

Para mí el concierto de Madonna ha sido una de las experiencias de mi vida y, por supuesto, una de las fiestas de mi vida: Get into the groove y Ray of light hicieron que ese estadio fuera lo más parecido a una rave salvaje en la que si no bailabas descontroladamente sería porque tenías una cadera rota.
Inbreíbles momentos:
- Vogue fue robóticamente espectacular.
- El momentazo "It's Britney, bitch" después del Die another day
- Madonna y sus guitarras, sus riffs en ese Hung up totalmente rockero rozando el punk con Madge tocando una guitarra eléctrica como si fuera parte de ella misma.
- Los pelos como escarpias con el montaje tecnológico imitando un chorrazo de agua alrededor de ELLA junto con la intro de Rain para Devil wouldn't recognize you.
- Dejó bien claro su excepcional estado físico al saltar a la comba mientras cantaba y sin que se le moviera ni una pestaña.
- El mini espectáculo de los gitanos rumanos.
- 4 mini-pantallas móviles con Justin Timberlake para el 4 minutes.
- Todos los bailarines (incluída Sophia Boutella) y, especialmente, cuando 2 de ellos salieron con unos kimonos futuristas.
- ... los láser para Ray of light...
- ... esas botas de tacón rojo...
- ... esas raíces que sólo ELLA puede llevar con tanto estilo...
- ... y esas gafas-corazón que me pienso agenciar en cuanto me las traigan a la óptica.

Para She's not me preparó un final bestial en el que había 4 bailarinas vestidas con su traje fucsia de Material girl, su body negro de Open your heart, MI traje de novia de Like a virgin y el de Express yourself y se dedicó a empujarlas y despojarlas de pelucas mientras cantaba sin perder ni un ápice de voz... SHE'S NOT ME AND SHE NEVER WILL ME, AND SHE NEVER WILL MEEEEEEEE...
Hard Candy no sigue la estela de Confessions on a dance floor. Puede que a los que somos fans no nos haya "entrado" muy bien pero cuando Madonna nos vino con el rollito místico del Ray of light o el Music también la pusismos a parir y a ver quién tiene cojones ahora a decir que fueron malos trabajos. Ella se reinventa no en cada disco, sino cada 5 segundos. Hazte a la idea de que nunca escucharás de la misma manera una misma canción de Madonna en directo.
Lo GENIAL de Madge es que puede que alguno de sus discos o de sus canciones no te gusten absolutamente nada, pero una vez la veas interpretando en directo, ya nunca podrás olvidar lo BRUTAL de su talento. Tal vez seguirá sin gustarte tal o cual cosa en tal o cual cd, pero ya no volverás a escucharlo como antes. Yo odio la canción Spanish Lesson pero sólo por ver esa coreografía vale la pena sólo por verla provocar a unos bailarines disfrazados de monjes. ¿Quién dijo que había estado comedida?
Oí por ahí que no hubo provocaciones y que Her Madgesty estuvo de lo más tranquilita en ese aspecto. Bueno, tal vez por provocación se entienda únicamente por lo de dedicarle al Papa el Like a virgin como hizo la semana pasada en Roma o porque en esta gira no hubo ninguna crucifixión. Pero aquí LA REINA no se cortó en movimientos más que explícitos, restregones y un morreo con una de sus bailarinas. Y eso mola. Aún puedo recordar algunas discusiones con SSMom despotricando contra Madonna. Pero yo siempre le he sido fiel porque en el fondo (y en al superficie) la provocación me gusta tanto como a ELLA.
El momento del Like a prayer casi hace que el estadio se venga a bajo entre el cantar, el baile y las palmas de tod@s los que estábamos allí y el Give it 2 me final nos tuvo un buen rato con grititos agudos "uh-uh" durante un buen rato y demostrándole nuestro poderío fanático como el más creyente cantándole una saeta a su virgen favorita en plena semana santa andaluza.
No hubo bises, no hubo ni mi Material girl, ni mi Like a virgin, pero cuando las luces se encencieron sonó el Holliday que ya dijo que nunca más cantaría (a no ser que le pagaran 50 millones de dólares).
Todo eso (y mucho más) en tan sólo 2 horas en las que no dio tregua, en las que canté TODO, en las que mi camiseta y mis pantalones eran mi segunda piel, en las que me tuve que hacer una coletilla tipo Brinni para no acabar como el Capitán Cavernícola, en las que maldije al tiempo por pasar tan rápido, en las que juré no dudar nunca más del criterio de selección de Madge y en las que llegué a la conclusión de que...
Yo no creo en dios.
YO SÓLO CREO EN MADONNA.

Ya puedo tachar de mi lista "cosas que hacer antes de palmarla o ser demasiado vieja para hacerlo" el asistir a un concierto de Madonna. Eso no descarta que la vuelva a ver otra vez porque, como ya he dicho antes, lo que vale cualquiera de sus entradas es un dinero bien gastado. Me estoy dejando muchas cosas, pero creo que con esto os queda bastante claro que puede que (como se ha dicho en algún comment en alguno de mis post recientes) esté en el paro y esté desanimadísima en cuanto al tema trabajo (que aún no tengo) pero no me arrepentiré nunca de haber visto a Madonna. Que fuera en un lugar un poco alejado no me importa: la próxima vez (porque la habrá) me llegará el aire resultante de alguno de sus giros.
De lo único que me arrepentí fue de no llevarme la cámara guay para hacer fotos en condiciones, pero me daba no sé qué el que tal vez no me la dejaran pasar. De todas formas, siempre me quedará la estupenda camiseta (que, no es por nada, me queda estupenda, ya os la mostraré y no pienso decirlos lo que pagué por ella) y la entrada como recuerdo.
Nunca en la historia se ha visto a tanta diva reunida en el mismo espacio y al mismo tiempo empezando por la estrella indiscutible y ejemplo de mujer con buenos ojazos para los negocios (así quiero ser yo), después Timbaland, Pharrel, Kanye West, Justin Timberlake... y SuperSonicGirl.
STRIKE A POSE!

SSG y Loba después del concierto, sudadas, afónicas y flotando.
FIN